sábado, 8 de noviembre de 2008

BIB AZAHAR 14

Residencia Hospital de Niños

I

Residencia,
guardia nocturna
mi Hospital de niños.
Dr. No hay
Dr. No hay
Dr. No hay
Dr. No hay
!Dr. Ay!
Dr. el niño se muere.
! Ay! y el llanto. ! Mi Dios!
Desde la pequeña capilla
el campanario
desde hace sesenta años
perseverante como el tiempo
cuenta las horas
y aún no han dado la hora
de su Hospital.
Una mortaja pequeña
enciende la noche
del pequeño cuarto
con una luz queda...
Mamá...Residencia...Dr...
12 de febrero de 1960
Buenos Aires
Capital de la República
Hospital de Niños.

II

De madrugada
llegó el Presidente.
A la una y diez levantó la copa.
A la una y diez
pasó revista a las tropas
de estafilococos y estreptos
de Klibsiellas y shiguellas
neumos y coli
de providence y salmonella.
De madrugada
llegó el Presidente.
A la una y diez dijo: ! Salud!
A la una y diez faltó el suero.
No tenían ni hueso ni carne por sus venas.
A la una y diez partió el Presidente.
Pasó por los pasillos
entró en las salas
Esuchó los brindis
de las almas en pena
y se fue.
A las doce
había nacido
el niño Jesús.
A la una y diez brindó ! Salud!
A la una y diez
murió el niño Jesús Salvatierra.
Historia Clínica Nº 25512/12
a la una y diez partió el Presidente.
La prensa saludó el gesto
Navidad.
Las madres dormidas
se pusieron de pie,
los solitarios corredores
desde la penumbra del dolor
le respondieron ! Salud!
Los roedores sorprendidos
y los gatos en caravana.
Los rostros fatigados de los árboles
y el alegre rostro descolorido
de las calcomanías
Disney desde las paredes
le susurraban ! Salud!
La comunidad
de cunas desamparadas
y de hierros retorcidos
y viejos de viejas Navidades
se acercaron: Sr. Presidente
! Salud!
Venía perfumado a petróleo.
El Hospital
le ofrecía sus aromas
de fermentada caca
de pañales con orín
alcohol yodado
desinfectantes
y mugre
de las madres con pies sucios
hinchados
sudorosos
Aliento de estómagos vacíos
dientes con caries sin curar.
Los enfermitos se dieron la mano
y no lo dejaron pasar.
Estaban velando a Jesús Salvatierra
que nació y murió
a la una y diez de la madrugada.
Navidad.
Una paloma "bendijo"
desde la estrellada
campana oscura
la copa del Presidente.
Y una carcajada de niños
Llegó como un grito profundo.
la Brisa tronó
con aromas de tormenta,

III

(Para Maria Elena Walsh)

La sala se despierta,
y pasa el fúnebre cortejo
de juguete,
y pasa y lo siguen en silencio
los niños
con los ojos grandes
mariposas
rocío y sal.
Se persignan las madres
y un profundo gemido largo
lo acompaña
y pasa
el fúnebre cortejo
de juguete.

IV

El médico vigila
el suero que no pasa
el oxígeno que no funciona
un niño muerto
descubrimiento casual
de un pase nocturno.
Se fue tan callando.
Carmen va, viene, corre
arriba, Carmen abajo
nochera
enfermera del amor.
Y las campanas...
Dios está velando
el cruel pesar
del distrófico
piel y hueso sin peso.
Rancho de papel
moscas
piso de barro, moscas
techo de zinc, moscas
moscas, el agua a diez cuadras
pozo negro, moscas.
Como moscas revolotean
los verdugos.
Como moscas se mueren
nuestros hijos
con hambre.
Dios está velando
el campanario de la hora
Cada media hora
se muere un niño
sin agua por las venas
sin leche por las venas
sin sangre por las venas
sin canciones
de cuna
sin cuna
sin Dios por las venas..
***
Julio Woscoboinik. Escrito en 1960